Ian Crozier sobrevivió al virus, pero dos meses después uno de sus ojos cambió de color: aún no estaba curado
10.000 personas que han sobrevivido al ébola sufren distintas dolencias
Cuando a Ian Crozier le dieron el alta del Hospital Universitario Emory (Atlanta, EE UU) en octubre tras una larga y brutal lucha contra el ébola que casi acabó con su vida, su equipo médico pensaba que ya estaba curado. Pero menos de dos meses después, volvía al hospital con problemas de visión, un dolor intenso y una creciente sensación de presión en el ojo izquierdo.
Los resultados de las pruebas fueron estremecedores: el interior del ojo de Crozier estaba repleto de virus del ébola.
Los médicos estaban atónitos. Se habían planteado la posibilidad de que el virus hubiese invadido el ojo, pero la verdad es que no esperaban encontrarlo ahí. Habían pasado meses desde que Crozier cayó enfermo mientras trabajaba en una sala de tratamiento del ébola en Sierra Leona, como voluntario de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Cuando salió del Emory, en su sangre no había virus del ébola. Aunque el virus puede permanecer en el semen durante meses, se pensaba que el resto de los líquidos corporales estarían limpios una vez recuperado el paciente. Pero no se sabía nada de la capacidad del virus para seguir agazapado en el interior del ojo. A pesar de la infección ocular, las lágrimas y la superficie del ojo de Crozier no tenían virus, así que no suponía ningún riesgo para nadie que hubiese tenido un contacto ocasional con él.
Para leer más:
http://elpais.com/elpais/2015/05/12/ciencia/1431419461_358467.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario