martes, 6 de enero de 2015

La vida en el Abismo Challenger


  • Una expedición en el lugar más hondo del océano localiza un pez que vive a 8.143 metros

  • Es la primera vez que un equipo consigue observar a un pez a tanta profundidad

Dos miembros del equipo, con un crustáceo recogido por un submarino.
Dos miembros del equipo, con un crustáceo recogido por un submarino. 


Durante años los científicos han pensado que las condiciones extremas que se dan en algunos lugares de la Tierra hacían improbable que pudieran vivir en ellos animales vertebrados. Pero no ha habido más que ir a ellos para comprobar que, incluso en los ecosistemas aparentemente más adversos, habitan sorprendentes criaturas. El fondo de los océanos es un ejemplo. Con sus casi 11.000 metros de profundidad, la Fosa de las Marianas, situada en el Pacífico Occidental y conocida popularmente como Abismo Challenger, es el punto más hondo que se conoce del océano y, por tanto, uno de los menos explorados debido a las dificultades técnicas que entraña el descenso.
Las expediciones que se han llevado a cabo en esta zona de altas presiones han demostrado que es el hogar de numerosas especies de vertebrados. Los últimos científicos que han podido comprobarlo son los integrantes de la misión Hadal Ecosystem Studies (HADES) a bordo del buque Falkor. Desde este barco del Instituto Oceanográfico Schmidt lanzaron varios vehículos robóticos que han explorado el Abismo Challenger a diferentes profundidades, tomando imágenes y recogiendo muestras que subieron a la superficie y que ahora tendrán que analizar.
Esta misión científica, que concluyó a finales de diciembre, ha logrado varios récords. El más llamativo, el descubrimiento de una extraña especie de pez baboso que nadaba a profundidades de hasta 8.143 metros. Es la primera vez que se ve un pez a tanta profundidad. «Filmamos varios ejemplares de esta especie de pez a grandes distancias los unos de los otros y a diferentes profundidades», explica a EL MUNDO Paul Yancey, investigador del Whitman College y miembro del equipo de esta expedición.
Aunque los vehículos robóticos recogieron muestras de algunas especies animales, como el anfípodo (un tipo de crustáceo) de gran tamaño que muestran en la imagen superior el capitán del buque Falkor, Bernd Buchner, y el jefe científico de la expedición, Jeff Drazen, los sumergibles no capturaron ningún ejemplar del pez que ha batido el récord. También filmaron peces abisales como elmacrúrido (en la imagen inferior y conocido como pez cola de rata) con el que se toparon a unos 6.000 metros de profundidad.

Para leer más:
http://www.elmundo.es/ciencia/2015/01/05/54a98cd722601d473b8b4582.html

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